Biodiversidad

Autoría: Beatriz Moraes Murer e Silvia de Melo Futada

Esta sección trae informaciones sobre una de las mayores riquezas que tenemos: la biodiversidad. ¿Qué es la biodiversidad? ¿Cuál es su importancia y relación con los llamados servicios ecosistémicos? ¿Qué conocemos sobre ella? ¿Cuáles son los marcos de posibles para comprenderla?

Definiciones, ejemplos y contextualización sobre aspectos del paisaje, informaciones sobre ecosistemas terrestres y del litoral, cuevas y todos los biomas brasileños, además de reflexiones sobre agrobiodiversidad compartidos con nosotros por la recordada promotora del Ministerio Público del Distrito Federal y socia fundadora del ISA, Juliana Santilli.

¿Qué es?

El término "biodiversidad" se acuñó a partir de la expresión "diversidad biológica", pero trasciende su significado original. A principios de la década de 1980, la diversidad biológica era sinónimo de riqueza de especies; en 1982, el término adquirió el sentido de diversidad genética y riqueza de especies y, finalmente, en 1986, con la contracción de la expresión, se expandió para albergar, más allá de la diversidad genética y de la diversidad de especies, la diversidad ecológica.

En 1986, en el primer Foro Americano sobre diversidad biológica, organizado por el Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos de Norteamérica (National Research Council, NRC) Wilson sustituyó la expresión "Diversidad Biológica" por "Biodiversidad", y su publicación1 contribuyó a la popularidad del término, que fue adoptado rápidamente en el campo científico de forma casi continua2, además de ser incorporada por ambientalistas, líderes políticos y ciudadanos en todo el mundo.

En 1992, la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB), popularmente conocida como la Convención de la Biodiversidad, define en su segundo artículo el término "diversidad biológica" como la "variabilidad entre organismos vivos de todos los orígenes, que comprende los ecosistemas terrestres, marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprendiendo además la diversidad dentro de especies, interespecies y de ecosistemas". A pesar de las controversias en torno a esta definición, la CDB consolidó una forma de ver la biodiversidad y contribuyó a su inserción en la pauta política de sus más de 180 países signatarios.

La biodiversidad entendida como en la CDB, trata, por lo tanto, de la variabilidad genética, de la diversidad de especies, de ecosistemas y de paisajes. Además, trata también de las relaciones entre esos componentes de la biodiversidad, es decir, su función y su estructura.

Así, es costumbre que se adopte2 la diversidad intraespecífica (dentro de la misma especie) abarcando toda la variación entre individuos de una población, así como entre poblaciones espacialmente distintas de la misma especie. En la práctica, esta diversidad ha sido tratada como equivalente a la diversidad genética, aunque puede incluir diversidad morfológica, de comportamiento, etc., sin atenerse estrictamente a la base genética de tales diferencias.

La diversidad interespecífica (entre especies), a su vez, corresponde a lo que se llama diversidad de especies, o sea, la variedad de especies existente en un determinado ambiente o región definida.

La diversidad de ecosistemas, ha sido tratada como relacionada con la diversidad de fisonomías de vegetación, de paisaje o de biomas. Sin embargo, aunque los ecosistemas son esencialmente sistemas funcionales, caracterizados por su dinámica, utilizar la dinámica como base para evaluar, inventariar o monitorear la diversidad de ecosistemas es poco factible, aunque no imposible.

En el cuadro siguiente figuran algunas otras definiciones de biodiversidad.

Definiciones de biodiversidad

A principios de la década de 1990, varios investigadores fueron entrevistados por David Takacs, que, entre otros resultados, compiló una serie de definiciones del término "biodiversidad"3. En estas definiciones es posible identificar al menos dos grandes corrientes: la que apuesta por la diversidad de especies y la que considera los procesos biológicos, de alguna forma, como parte de la biodiversidad. Los siguientes son algunos ejemplos:

  • “La variedad de poblaciones genéticamente distintas y especies de plantas, animales y microorganismos con los que el hombre comparte la tierra y la variedad de ecosistemas de los cuales son partes integrantes". Paul Ehrlich, 1992.
  • "Biodiversidad es el número total de linajes genéticos en la tierra". Thomas Eisner, 1992.
  • “Biodiversidade é a soma das espécies da terra incluindo todas suas interações e variações com seu ambiente biótico e abiótico no espaço e no tempo”. Terry Erwin, 1991.
  • "Biodiversidad es la suma de las especies de la tierra incluyendo todas sus interacciones y variaciones con su ambiente biótico y abiótico en el espacio y en el tiempo". Terry Erwin, 1991.
  • "Total de genes, poblaciones, especies y el conjunto de interacciones que ellos manifiestan". Daniel Janzen, 1992.
  • "Variación, variabilidad o variedad de organismos vivos, lo que incluye variación intraespecífica y los niveles de comunidades, ecosistemas y paisajes". K. C. Kim, 1992.
  • "Diversidad de todos los niveles de organización". Thomas Lovejoy, 1992.
  • "La diversidad biótica total indicada como el número de especies y la diversidad genética que abarca". S.J. McNaughton, 1992.
  • "Variedad de la vida y sus procesos". Reed Noss, 1992.
  • "Diversidad de especies que existen en un determinado ecosistema". David Pimentel, 1992.
  • "La suma total de plantas, animales, hongos y microorganismos en el mundo, incluyendo su diversidad genética y la participación de todos en comunidades y ecosistemas". Peter Raven, 1992.
  • "Es la vida en todas sus dimensiones, riqueza y manifestaciones, no sólo en el nivel de individuos y especies, sino también en el nivel de agregaciones, comunidades, etc.". Michael Soulé, 1992.
  • "Variedad de la vida a lo largo de todos los niveles de organización, desde diversidad génica en poblaciones, diversidad de especies, que deben ser consideradas como la unidad pivotal de clasificación, hasta diversidad de ecosistemas". Edward O. Wilson, 1992.

Los sistemas biológicos no se limitan a la mera presencia de los organismos, su funcionamiento depende de los organismos y de las interacciones entre ellos. Por eso, se propuso4 que la biodiversidad tiene tres componentes fundamentales a través de los cuales puede ser evaluada: la composición, la estructura y la función. La composición se refiere a qué elementos constituyen la unidad biológica; la estructura, cómo se organizan físicamente; y la función versa sobre el hecho de que procesos ecológicos o evolutivos son mantienen o son producidos por la unidad biológica considerada. Así, la biodiversidad abarca los procesos que generan y mantienen las especies, la variabilidad genética, la diversidad de poblaciones y comunidades, la multiplicidad de ecosistemas y paisajes, así como todas sus relaciones con el medio físico y entre sí.

Además del número de especies, otros aspectos de la biodiversidad pueden ser representados por el número de niveles tróficos presentes, el número de gremios, la variedad de ciclos de vida y la diversidad de recursos biológicos, que deben ser considerados cuando se busca una caracterización ecológica y ambiental. Algunas especies pueden desempeñar un papel importante para la riqueza total de especies, tales como polinizadores, simbiontes mutualistas, patógenos reguladores de la población y agentes de control biológico con efectos sobre la biodiversidad local.

Así, se muestra sensato el argumento de científicos e investigadores de que la conservación de genes, especies y comunidades aisladas no es suficiente para mantener todos los fenómenos biológicos deseados, pues algunos resultan, por ejemplo, de las interacciones únicas entre determinados componentes de los sistemas.

¿Para qué diversidad genética?

A principios del siglo XIX, la papa era uno de los productos más cultivados en la Europa continental y en el oeste de Inglaterra. En Irlanda, la papa se convirtió en la base de la economía y de la dieta alimentaria, principalmente de los campesinos, que no comían nada más que papas durante el largo invierno, de modo que consumían un alimento bastante equilibrado nutricionalmente. Sin embargo, en 1845, una plaga atacó el cultivo, destruyéndolo completamente y causando una hambruna sin precedentes.

Esa plaga de las papas en Irlanda ilustra un dilema constante de la agricultura, que a su vez nos remite a la cuestión de la variabilidad genética. Para producir la “mejor planta”, que proporcionará la máxima producción, agricultores y científicos cruzan y seleccionan las plantas durante generaciones hasta obtener la combinación acertada de algunas características. Enseguida, desenvuelven todo el cultivo a partir de esta forma mejorada; de modo que todas las plantas poseen un único progenitor, son genéticamente uniformes. Se sacrifica la variabilidad genética a cambio del producto alimentario perfecto. Sin embargo, la falta de diversidad genética torna la variedad única muy susceptible a dolencias: si algún hongo, virus o bacteria tiene éxito atacando las plantas, puede devastar toda la cosecha, ya que las plantas son, todas, genéticamente iguales y presentan las mismas condiciones de defensa y adaptación.

Los irlandeses cultivaban sus papas a partir de una 'planta mejor' única. Con el advenimiento de la enfermedad, causada por un hongo, perdieron no sólo toda la cosecha de 1845, sino también la posibilidad de reaccionar a continuación, plantando variedades resistentes. En las poblaciones naturales, al contrario, la diversidad genética de los individuos asegura que algunos serán inmunes a la enfermedad y que parte de la cosecha sobrevivirá. Estos sobrevivientes darán origen a las plantas del año siguiente que, por consiguiente, serán resistentes a esa enfermedad.

Historias semejantes pueden ser contadas sobre muchos de los principales productos agrícolas. Y la salvación del cultivo, en la mayoría de los casos, depende de la diversidad genética encontrada en las variedades salvajes. Aparte de que esas variedades salvajes son encontradas solamente en su ambiente natural, que son muchas veces espacios especialmente protegidos, ellas necesitan seguir viviendo en esos ambientes para que permanezcan como una reserva genética potencial, que es un factor de prevención contra futuras plagas. Es el hecho de continuar viviendo en un ambiente natural lo que permite que el organismo se modifique a lo largo del tiempo y se mantenga adaptado a las condiciones ambientales que se van alterando continuamente.

Fragilidades de ese tipo acontecen no solamente en relación a las plagas naturales, como en el caso de las papas y los hongos, sino también en relación a las alteraciones climáticas. Imaginemos que haya una planta adaptada a las condiciones específicas de su ambiente, tales como a un régimen de lluvia y a un determinado intervalo de temperatura, y que es repentinamente expuesta a otras condiciones: la temperatura sube y las lluvias escasean, provocando temporadas secas más prolongadas. Nuestra hipotética especie sufrirá bastante y, ciertamente, algunos individuos menos resistentes morirán. No obstante, gracias a la variabilidad genética entre los individuos, hay algunas plantas más resistentes que son capaces de sobrevivir en esas nuevas condiciones ambientales. Éstas se reproducirán y generarán nuevas plantas, adaptadas a las nuevas condiciones, permitiendo que la especie sobreviva en ese lugar. En el caso de mudanzas climáticas, esa diversidad es decisiva y puede significar la extinción, o no, de una especie.

¿Qué es lo que la Reina de Copas tiene que ver con la biodiversidad?

Cuando Alicia, perdida en el País de las Maravillas, encuentra a la Reina de Copas y desea hacerle algunas preguntas, percibe que, para mantenerse a su lado, tiene que correr continuamente, ya que sólo corriendo permanecía en el mismo lugar y esa era la única manera posible de conversar con la Reina… La diversidad genética posee un papel semejante, pues es ella la que motiva a los seres vivos a continuar corriendo para permanecer en el mismo lugar y sobrevivir. O sea, en vista de que el ambiente en que vivimos es dinámico, los seres vivos precisan cambiar constantemente para permanecer adaptados a las condiciones del medio y, así, poder sobrevivir.

La importancia de la biodiversidad no se restringe al valor intrínseco de las especies. Basta mirar alrededor y adentro para percibir que mucho de lo que nos es necesario y disfrutamos procede de la naturaleza: la madera de la mesa donde estamos trabajando; el papel donde escribimos; el alimento; la ropa que vestimos; la diversión en los parques, cascadas, playas y muchas otras satisfacciones. De la misma forma, hay otros procesos que también son esenciales para nuestra supervivencia, que son proporcionados por la naturaleza sin que los percibamos con tanta facilidad: regulación atmosférica, ciclo de nutrientes, conservación de los suelos, calidad del agua, fotosíntesis, descomposición, etc. Son bienes y servicios obtenidos directa e indirectamente de los ecosistemas, que proporcionan condiciones para el mantenimiento de nuestra especie y son conocidos como servicios ecosistémicos.

Servicios ecossistémicos

Estos bienes y servicios se clasifican en cuatro grupos, según la MEA (Millenium Ecosystem Assessment5): provisión, regulación, soporte y culturales (Figura). Esta clasificación es la más utilizada, aunque se han propuesto algunas modificaciones. Los servicios de provisión engloban los productos obtenidos de los ecosistemas que se ofrecen directamente a la sociedad, como alimentos y fibras naturales, combustibles, agua, recursos genéticos, entre otros. Los servicios de regulación propician los beneficios obtenidos por la sociedad a partir de la regulación natural de los procesos ecosistémicos, tales como la regulación del clima; mantenimiento de la calidad del aire y control de la contaminación por medio de la regulación de la composición de los gases atmosféricos; regulación de los flujos de agua (ciclo hidrológico) y control de inundaciones, evitando inundaciones y contribuyendo a la recarga de los acuíferos; control de la erosión; purificación del agua; reducción de la incidencia de plagas y enfermedades mediante control biológico, regulación de daños naturales y polinización de plantas agrícolas y silvestres.

Los servicios de soporte conceden las condiciones necesarias para que los demás servicios puedan ser puestos a disposición de la sociedad. Por lo tanto, los beneficios son generalmente indirectos y se manifiestan a largo plazo, como la formación y el mantenimiento de la fertilidad del suelo, la producción de oxígeno, el ciclo de nutrientes y la producción primaria. Además, engloban la biodiversidad (genética y de especies), encontrada en ambientes naturales, constituyendo el soporte a todo el funcionamiento de los ecosistemas, dándoles resiliencia a los cambios externos. En los demás servicios, los beneficios son directos y, normalmente, ocurren en plazos menores. Por ejemplo, la sociedad no utiliza directamente el servicio de formación del suelo, aunque cambios en éste afecten indirectamente el bienestar, porque alteran el flujo del servicio de producción. Los servicios culturales, por último, corresponden a los beneficios no materiales obtenidos de los ecosistemas, que contribuyen al bienestar de la sociedad, como el enriquecimiento espiritual y cultural, el desarrollo cognitivo, la reflexión sobre los procesos naturales, las oportunidades de ocio, ecoturismo y recreación.

En 2018 se lanzó el Resumen para responsables de toma de decisiones6 del 1º Diagnóstico Brasileño de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos, documento elaborado por la Plataforma Brasileña de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (BPBES, por sus siglas en inglés), apoyada por el Programa BIOTA-FAPESP. Los investigadores concluyeron en que, a pesar de que en Brasil la biodiversidad y los servicios ecosistémicos son percibidos como obstáculos al desarrollo económico, son elementos fundamentales para el enfrentamiento de crisis socioeconómicas y ambientales. Puesto que ellos traen nuevas oportunidades de desarrollo, por ejemplo, en las áreas de turismo, cosméticos, fármacos y alimentos. La Plataforma Brasileña opera en el marco de la Plataforma Internacional, creada en 2012 por más de 100 gobiernos como un mecanismo para proporcionar información científica en respuesta a las peticiones de los responsables de toma de decisiones, con el apoyo de cuatro entidades de las Naciones Unidas: PNUMA, FAO, PNUD y UNESCO, siendo administrada por el PNUMA. La IPBES involucra a científicos y otros portadores de conocimiento alrededor del mundo para analizar y evaluar información científica y técnica relevante, producida a nivel mundial, para la comprensión de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos.

Siendo así, el enfoque de los servicios ecosistémicos surgió en la perspectiva de aproximar la naturaleza al enfoque económico, a fin de valorar los bienes y servicios proporcionados por el medio ambiente al ser humano. La concepción se consolidó y dio lugar a clasificaciones de los bienes y servicios, siendo el mensaje importante de esta conceptualización el hecho de que nuestra salud, alimentación y seguridad dependen directa e indirectamente de la biodiversidad. Desde medicamentos a la producción de alimentos, la biodiversidad es esencial para el bienestar humano. La comprensión de esta relación e interdependencia es importante para tomar decisiones frente al escenario de presiones y desafíos ambientales, que comprometen funciones y servicios ecosistémicos y, por lo tanto, impactan también en la vida humana. Lea más sobre la temática en el testimonio de Nurit Bensusan.

¿Qué conocemos sobre la biodiversidad?

La biodiversidad es, por tanto, un aspecto que puede ser estimado, que influye directa e indirectamente en la vida humana y que implica variabilidad genética, de especies, ecosistemas y paisajes. A pesar de eso, poco conocemos efectivamente sobre la biodiversidad.

¿Cuántas especies hay en la Tierra? ¿Cuántas ya ha habido? Estas cuestiones todavía son enigmáticas, incluso porque las estimaciones a menudo parten de supuestos muy controvertidos. En realidad, frente a la pregunta '¿qué es lo que conocemos de la biodiversidad?', una respuesta mejor sería 'no sabemos cuánto representa exactamente lo que conocemos'.

Si se trata exclusivamente del número de especies existentes en el planeta, hay cålculos que varían de aproximadamente 2 millones hasta 6 mil millones. A partir de la década de 1980, las investigaciones con escarabajos en los bosques tropicales elevaron las expectativas. Aún hoy, el acceso a áreas antes no investigadas como los polos y las profundidades del mar, también ha hecho que las estimaciones aumenten.

La mayor parte de las especies que ya ha sido descrita por el ser humano, es decir, identificada y nombrada, está constituida por insectos. De cerca de 1,9 millones de especies vivas ya descritas hasta 2018, cerca de la mitad son insectos, incluyendo 300 mil escarabajos, y apenas cerca de cinco mil son mamíferos, como nosotros.

En países tropicales con gran diversidad, como Brasil, todavía es una cuestión la carencia de datos, no sólo debido a la riqueza (número de especies) y abundancia (número de individuos por especie), sino también debido al reducido número de especialistas y a regiones de difícil acceso. Se estima que la biota brasileña corresponde a aproximadamente el 13% de la biota mundial, y el conocimiento de esas especies es fundamental para tener éxito en la conservación y el uso sostenible de nuestro rico patrimonio. Sólo entre los años 1978 y 1995 fueron descritas en Brasil 7.302 especies de animales, de las cuales el 69 % son insectos (en realidad, esa estimativa se refiere a un grupo taxonómico denominado metazoário, que incluye gran parte de los animales, excluyendo sólo a un pequeño grupo que es conocido únicamente por especialistas)7 y 8.

La tabla abajo presenta el número de especies conocidas registradas en Brasil y en el mundo9. Se procedió a una agrupación con cierta libertad taxonómica para una mejor comprensión por parte de los lectores no especialistas, pero las tablas originales con sus detalles pueden ser accedidas en su integridad directamente en las publicaciones.

Grupo Especies en Brasil Especies en el mundo
Virus 310 - 410 3.600
Bacterias 800 - 900 4.300
Hongos 13.090 - 14.510 98.998
Protozoarios 7.650 - 10.320 76.100 - 81.300
Plantas 43.020 - 49.520 310.129
Animales total 103.780 - 136.990 1.424.153
*Invertebrados 96.660 - 129.840 1.359.365
*Peces 3.420 31.153
*Anfibios 775 6.515
*Reptiles 633 8.734
*Aves 1.696 9.990
*Mamíferos 541 5.487
TOTAL GENERAL 168.640 - 212.650 1.800.000 - 2.000.000

Se cree que muchas de las especies que existen y aún no han sido descrito son especies pequeñas, poco coloridas, con distribución geográfica restringida y amenazadas de extinción, lo cual dificulta su reconocimiento y catalogación. Más que saber cuáles son las especies, es necesario comprender dónde están, su abundancia y sus atributos funcionales y funciones, además de su papel ecológico, así como elaborar políticas de conservación y manejo.

Recortes Ecológicos

PAISAJE

La primera referencia a la palabra "paisaje" aparece alrededor de 1000 a.C., en el "Libro de los Salmos", con una connotación visual y estética. Tal concepción fue adoptada enseguida por la literatura y las artes en general, principalmente por la pintura en la segunda mitad del siglo XVIII. Actualmente el paisaje es definido, según el diccionario Aurelio, como "un espacio de terreno que se abarca en un solo lance de vista". La palabra "paisaje"10 permea, por lo tanto, las artes, geografía, geología, arquitectura y ecología y, posee, de esa forma, connotaciones diversas en función del contexto y de la persona que la usa.

La ecología de paisajes es un área de conocimiento dentro de la ecología, marcada por la integración de dos principales enfoques: uno geográfico, que privilegia el estudio de la influencia del ser humano sobre el paisaje y la gestión del territorio; y otro ecológico, que enfatiza la importancia del contexto espacial sobre los procesos ecológicos y la importancia de estas relaciones en términos de conservación biológica. La ecología de paisajes sería, por lo tanto, la combinación de un análisis espacial de la geografía con un estudio funcional de la ecología.

Este enfoque promueve la integración necesaria para la aplicación práctica, ya que se propone encarar los ambientes como mosaicos antrópicos, escala según la cual el ser humano está modificando su ambiente. En el "enfoque geográfico", se intenta entender las modificaciones estructurales, y por lo tanto funcionales, traídas por el hombre en el mosaico como un todo, incorporando de forma explícita toda la complejidad de las interrelaciones espaciales de sus componentes, tanto naturales como culturales. En el "enfoque ecológico", se aplica la escala adecuada para responder a los principales problemas medioambientales, tanto relacionados con la fragmentación de hábitats cuanto al uso inadecuado de los suelos y del agua.

Para compatibilizar el uso de las tierras y la sostenibilidad ambiental, social y económica, es necesario planificar la ocupación y la conservación del paisaje como un todo. Por ejemplo, la protección de apenas un fragmento de vegetación o un tramo del río es insuficiente si hay comprometimiento en el entorno del fragmento o en sus cabeceras. La humanidad está en el origen de muchos daños ambientales, pero es también parte de las soluciones.

Toda vez que el conflicto en sí no es la humanidad, sino modelos de desarrollo predatorios que buscan subyugar procesos sistémicos y revertirlos a productos. Al tratar con el paisaje como un todo, considerando las interacciones espaciales entre unidades culturales y naturales, incluyéndonos así en su sistema de análisis, la ecología de paisajes adopta una perspectiva adecuada para la proposición de soluciones a problemas ambientales.

Fragmentación

La fragmentación es el nombre dado al proceso en el cual, tras un trastorno, una gran extensión de hábitat es subdividida en fragmentos menores, que presentan menor área total que el hábitat inicial y están aislados unos de otros por una matriz de hábitat diferente de la original11. Tal proceso es reflejo de la retirada de vegetación nativa y ocupación del territorio por prácticas productivas y de convivencia (manchas urbanas). Se trata de una de las mayores causas mundiales de pérdida de biodiversidad.

La fragmentación de hábitat introduce una ruptura en la continuidad de la distribución de la vegetación original, reduce el hábitat disponible a los organismos y añade bordes a un paisaje hasta entonces continuo. Este proceso puede implicar pérdidas de biodiversidad y cambios en la distribución y abundancia de los organismos.

Los fragmentos pueden diferir en cuanto a su forma, tamaño, micro-clima, régimen de luz, suelos, nivel de aislamiento y tipo de uso de la tierra. Así, un paisaje continuo, por efecto del proceso de fragmentación se convierte en un paisaje con elementos antes inexistentes, y las características de esos elementos y su forma de interacción promueven respuestas bióticas y abióticas que alteran la composición y la estructura de la comunidad, así como el patrón espacial del paisaje.

Los cambios drásticos en la geometría y atributos del paisaje alteran el microclima del hábitat, exponiendo organismos a la insolación, vientos y desecación12, alterando la composición y estructura de la comunidad, ya que algunas especies son extremadamente dependientes de condiciones abióticas ideales para su germinación, crecimiento, establecimiento, florecimiento y polinización. La fragmentación influye también en las interacciones entre plantas y animales, afectando la densidad poblacional de polinizadores y dispersores y la demografía y el reclutamiento de las plantas13.

En un paisaje fragmentado se reconocen tres componentes: la matriz, componente más extenso del paisaje, altamente conectado, que controla la dinámica regional14 - por ejemplo, una plantación de soja, pino o pasto, o incluso la mancha urbana, en el caso de ciudades; fragmentos, remanentes del hábitat original, reorganizado espacialmente en manchas menores y de menor área total, que presentan cierto grado de aislamiento entre sí; y los corredores, que son unidades que difieren de la matriz y conectan los fragmentos15.

La composición y permeabilidad de la matriz son variables que alteran la conectividad del paisaje, siendo la conectividad la capacidad del paisaje de facilitar los flujos biológicos, o sea, la continuidad espacial del hábitat original14. La conectividad depende de la proporción del paisaje que los fragmentos ocupan, característica directamente relacionada al tamaño de los fragmentos y al grado de aislamiento entre ellos, ya sea por barreras espaciales o ecológicas. Los fragmentos más grandes y con mayor diversidad de hábitats tendrían más condiciones para mantener los procesos ecológicos y un mayor número de especies y poblaciones viables. También está íntimamente relacionada con la existencia de corredores16 que, además de la capacidad de conectar fragmentos, facilitando la supervivencia de los organismos durante su flujo entre las manchas, pueden presentar las condiciones necesarias de hábitat temporal o permanente para algunas poblaciones.

Por lo tanto, en un paisaje cuya matriz posee baja permeabilidad, la movilidad de los organismos y la consiguiente dispersión y colonización de nuevos fragmentos están comprometidas. Lo que puede ser ilustrado por un remanente de mata incrustado en el medio urbano y en la probabilidad de atropellamiento de la fauna. Una matriz más permeable sería un ambiente cuyas alteraciones no hubieran sido tan drásticas y se aproximara al ambiente original.

ECOSISTEMAS LITORALES

Considerando la gran extensión costera de Brasil, los ecosistemas costero y marino conforman un vasto y biodiverso recorte ecológico que ocupa aproximadamente 4,5 millones de km² del territorio bajo jurisdicción de Brasil. Representa más que un concepto geopolítico, albergando y abarca extensiones de un paisaje y de vidas biológicas y humanas diversas.

A lo largo del litoral de Brasil, donde vive casi una cuarta parte de la población brasileña -cerca de 50 millones de habitantes - existen comunidades pesqueras, extractivistas, comunidades tradicionales de pesca y otros pueblos del mar17 y 18, entre los cuales se encuentran aproximadamente 800.000 pescadores y pescadoras, dos millones de habitantes responsables por el 55% de la producción pesquera nacional18. Estos habitantes tradicionales de nuestra costa resguardan un patrimonio cultural indígena, africano y portugués, presente en las distintas técnicas de pesca, tales como veneno para peces, en la música (la viola, el pandeiro, la caja y el acordeón) y en las fiestas (como el fandango), marcadas por el encuentro de esas culturas, que puebla el universo del caiçara, jangadeiro, el catador de cangrejo y otros pueblos del mar.

La Zona Costera es un patrimonio nacional, conforme al artículo 225 de la Constitución Federal de Brasil de 1988, que se extiende por más de 8.500 kms. de norte al sur del país, cuyas tierras están orientadas hacia el Océano Atlántico. El área de la Zona Costera en la parte terrestre es variable y abarca 17 Estados y más de 400 Municipios. También incluye el mar territorial, que corresponde a la franja marina de 12 millas náuticas, ampliando el área a 514 mil km². La Zona Marina comienza en la Zona Costera y abarca la plataforma continental marina y la ZEE (Zona Económica Exclusiva), que en el caso de Brasil corresponde a 200 millas náuticas de la costa19,20 y 21.

La zona costera comprende regiones de transición ecológica con la importante función de promover la conexión e intercambios genéticos entre los ecosistemas terrestres y marinos, además de representar una barrera contra inundaciones, intrusión salina y erosión19. Está conformada por ecosistemas que constituyen las restingas, las dunas, los cordones arenosos, los estuarios y deltas, las lagunas costeras, los manglares, los marismas, los costones y los fondos rocosos, los arrecifes de coral y de arenisca, los bancos de algas calcáreas, las plataformas arenosas y las islas oceánicas (como Fernando de Noronha que resultó del vulcanismo y se levantó desvinculada del continente); o de relieve sedimentario con baja altitud, como la Isla Comprida en el litoral de São Paulo, que es un segmento de restinga aislado por el mar, entre otras19.

Esta complejidad y diversidad de ambientes es de extrema importancia para la sustentación de toda la vida biológica marina y asegura gran productividad gracias a la alta concentración de nutrientes que llegan transportados por los ríos y sábanas de agua subterránea y por el aporte de nutrientes de sus más variados ecosistemas. Debido a la amplia diversidad e importancia de esta integración entre sistemas terrestres y marítimos, la zona costera requiere mayor preocupación en cuanto a la integridad y el equilibrio ambiental por servir a una diversidad de situaciones, desde la explotación intensiva de sus recursos naturales hasta la instalación de una complejidad de industrias, puertos, ambientes de ocio y turismo y la propia ocupación humana.

La biodiversidad marina sigue siendo poco conocida por la ciencia. Este ambiente, por estar más lejos de la costa y debido a las grandes profundidades, corrientes marítimas y tempestades, es menos susceptible al contacto humano directo. Sin embargo, es alcanzado por la actividad de sobrepesca e intensa extracción de petróleo, además de ser el depositario de los más variados residuos y vertimientos de contaminantes químicos provenientes de los continentes.

Pocas son aún las unidades de conservación que protegen ese mosaico ambiental que comprende los ecosistemas de la Zona Costera y Marina. La necesidad de ampliar su protección reside también en la importancia reconocida internacionalmente de los ecosistemas marinos en la mitigación de los efectos causados ​​por los cambios climáticos globales, dada su capacidad de absorber grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.

En 2017, las zonas protegidas abarcaban el 13,2% del medio marino comprendido entre la jurisdicción nacional (hasta 200 millas marinas de la costa), el 0,25% del medio marino fuera de la jurisdicción nacional y el 5,3% de los océanos del mundo. Son 4.977 km² de unidades de protección integral y 50.739 km2 de unidades de uso sustentable, que representan el 1,57% del total de estos biomas16.

Brasil firmó y ratificó (1988) la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM), en vigor desde 1994, según la cual posee derechos exclusivos sobre el uso y explotación de los recursos y del "mar territorial" (que baña los países firmantes). En esa convención, los países acordaron establecer más medidas de gestión y conservación de los recursos vivos en la ZEE. Sin embargo, es grande la preocupación por las presiones humanas sobre ese ambiente, que aumenta con la expansión de la producción de petróleo a partir del pre-sal y de la infraestructura portuaria y la falta de sanciones más severas por el desalojo inadecuado de residuos domésticos e industriales. Además, el turismo, si no está bien planeado, puede ejercer una fuerte presión sobre los recursos y las funciones del ecosistema marino y costero, así como la carcinicultura (cultivo de camarones en cautiverio, en su mayoría exóticos), que también ha acarreado conflictos socioambientales en este medio ambiente.

En parte favorecida por la riqueza y gran concentración de nutrientes que llega a la zona costera marina, la carcinicultura, sin embargo, muchas veces causa, además de daños ambientales, la expropiación de poblaciones tradicionales y locales de sus territorios. En el mundo, alrededor del 50% de la destrucción de los manglares se han atribuido a la implantación de esa actividad22. La sobrepesca también aparece como un factor de intensa presión: a medio plazo reduce la producción de alimentos, impacta el funcionamiento de los ecosistemas y reduce la biodiversidad. Las investigaciones demuestran que las poblaciones de peces marinos disminuyeron en todo el mundo, del 90% en 1974 al 68,6% en 2013. Con una administración eficaz y recursos suficientes, las zonas marinas protegidas son mecanismos importantes para salvaguardar los océanos, a escala mundial.

CUEVAS

La diversidad también contempla variación de formaciones, como es el caso de las formaciones espeleológicas, conocidas como cavernas. El Patrimonio espeleológico brasileño es extremadamente rico y encantador, con una gran diversidad en su geomorfología y biota asociada. Según la base de datos del Centro Nacional de Investigación y Conservación de Cavernas23 (CECAV) vinculado al Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), Brasil poseía, en diciembre de 2018, 18.012 cavernas mapeadas en el Catastro Nacional de Informaciones Espeleológicas - CANIE. Sin embargo, se sabe que ese dato es todavía insuficiente, dado que ese número representa sólo las cavernass ya prospectadas y con datos publicados, los cuales fueron sistematizados, georreferenciados y analizados por el CECAV.

El ambiente cavernícola presenta características muy peculiares cuando se compara al ambiente de la superficie terrestre. Entre éstas cabe citar la ausencia permanente de luz y la tendencia a la estabilidad de las condiciones ambientales, tales como temperatura y humedad24 y la gran dependencia de una fuente externa de recurso alimentario.

La ausencia de luz en el interior de las cavernass imposibilita el mantenimiento de organismos fotosintetizadores, como plantas o algas. Así, el desplazamiento de ese recurso hacia el interior de las cavernas es realizado por los cursos de agua, temporales o perennes, o aguas que se filtran a través de eventuales aberturas por el techo y paredes, así como por restos de animales muertos que utilizan las cavernas como abrigos o entran en ella accidentalmente. Una tercera y muy importante fuente alimentaria para la fauna cavernícola es el guano, rico material orgánico oriundo principalmente de las heces de murciélagos de hábitos cavernícolas. En las cavernas tropicales, especialmente las permanentemente secas, el guano de murciélagos es la más ordinaria fuente de material orgánico, formando la base trófica para la estructura de comunidades de fauna invertebrada25.

La baja disponibilidad de recursos en las cavernas constituye un factor limitante al establecimiento de innumerables especies y como presión selectiva a la emergencia de adaptaciones a los organismos que en ellas viven. Las especies de cavernas, por lo tanto, presentan adaptaciones morfológicas, fisiológicas y conductuales, generalmente ligadas a las condiciones físicas del hábitat y a la escasa disponibilidad de recursos24. Ojos reducidos o ausentes, poco necesarios en ambientes sin luz, y otros órganos sensoriales bien desarrollados, como antenas, así como la ausencia de coloraciones vistosas en la piel son algunas de las características presentes en animales cavernícolas.

Según el CECAV23, en diciembre de 2018 había 4.420 cuevas registradas en la Amazonía Legal. Todas ellas se pueden encontrar en nuestro mapa interactivo. La caverna Abismo Guy Collet, ubicada en el municipio de Barcelos (AM), donde también incide el Parque Estadual da Serra do Aracá, es considerada la caverna con mayor desnivel de Brasil, llegando a 670 metros26.

La conservación de estos sistemas ecológicos, sensibles y diferenciados es importante para el mantenimiento de minerales raros o formaciones geológicas excepcionales y de actividades recreativas (prácticas de esparcimiento, deportivas y de contemplación); para el almacenamiento estratégico de agua, con la carga y recarga de acuíferos; como fuente de informaciones relativas a los procesos geológicos, posibilitando investigar el origen, la formación y las sucesivas transformaciones de las rocas locales y del paleoclima otrora ocurridas en la región; como proveedor de información de la vida pretérita en sus sitios fósiles y arqueológicos, en los que es posible identificar, catalogar e investigar especies de animales y vegetales fósiles, además del estudio cultural de los pueblos del pasado, para el cual documentos, monumentos y objetos componen importantes registros de los hábitos vividos de una determinada sociedad; como refugio para la conservación de hábitats de especies endémicas y amenazadas de extinción; y como ambiente de manifestaciones culturales y sociales.

BIOMAS

Uno de los recortes posibles del paisaje da lugar a porciones denominadas biomas, concepto que es fruto de una amplia discusión en la ciencia. Bioma corresponde a una extensa área de espacio geográfico, con dimensiones de hasta más de un millón de kilómetros cuadrados, que tiene como características la uniformidad con relación a un macroclima definido, determinada fito-fisonomía o formación vegetal, fauna y otros organismos vivos asociados, y otras condiciones ambientales, como la altitud, el suelo, las inundaciones, el fuego y la salinidad27. Estas características le confieren una estructura y una funcionalidad peculiares, una ecología propia. Es importante distinguir biomas de dominios morfoclimáticos. Tales recortes no son sinónimos, ya que los dominios se refieren principalmente a las características climáticas, geológicas y de relieve. Hay además el concepto de fito-fisonomías, cuya definición se relaciona principalmente a la composición de la vegetación del local. Los biomas están constituidos usualmente por un complejo de fito-fisonomías y de formaciones, representando un gradiente ecológicamente relacionado. Por otro lado, en un solo dominio se pueden encontrar distintos biomas. Para profundizar su conocimiento acerca de la evolución de los conceptos académicos relacionados, lea el artículo retrospectivo de Leopoldo Coutinho aquí.

En Brasil, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) y el Ministerio de Medio Ambiente (MMA), hay seis biomas: Amazonia, Caatinga, Cerrado, Mata Atlántica, Pampa y Pantanal. Aquí en nuestro mapa es posible visualizar todos los biomas y sus intersecciones con las UCs.

Clasificaciones brasileñas de la vegetación

Vea otros modelos de clasificación en el Manual Técnico de la Vegetación Brasileña30, haciendo clic aquí.

Amazônia

Filho da Floresta

Filho da floresta, água e madeira
vão na luz dos meus olhos,
e explicam este jeito meu de amar as estrelas
e de carregar nos ombros a esperança.
Um lanho injusto, lama na madeira,
a água forte de infância chega e lava.
Me fiz gente no meio de madeira,
as achas encharcadas, lenha verde,
minha mãe reclamava da fumaça.
Na verdade abri os olhos vendo madeira,
o belo madeirame de itaúba
da casa do meu avô no Bom Socorro,
onde meu pai nasceu
e onde eu também nasci.
Fui o último a ver a casa erguida ainda,
íntegros os esteios se inclinavam,
morada de morcegos e cupins.
Até que desabada pelas águas de muitas cheias,
a casa se afogou
num silêncio de limo, folhas, telhas.
Mas a casa só morreu definitivamente
quando ruíram os esteios da memória
de meu pai,
neste verão dos seus noventa anos.
- Thiago de Mello29

El Bioma Amazónico es el bioma brasileño de mayor extensión, ocupando casi el 50% del territorio, alberga la mayor selva tropical del mundo y contiene la mayor biodiversidad y la mayor cuenca hidrográfica del planeta. Se distribuye íntegramente por cinco unidades de la federación (Acre, Amapá, Amazonas, Pará y Roraima), casi enteramente Rondonia (98,8%), más de la mitad de Mato Grosso (54%), además de parte de Maranhão (34%) y Tocantins (9%). El Bioma Amazónico es definido por el clima dominante caliente y húmedo, el predominio de la fisonomía forestal, la continuidad geográfica, la condición peri-ecuatrorial y el contexto de inmensurable sociobiodiversidad30 . Unidad territorial nacional, el Bioma integra el Dominio Biogeográfico Amazónico, el cual se extiende por casi 7 millones de km² y es compartido por nueve países: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela, encontrándose más del 60% (4.212 .923 km²) en Brasil31.

La diversidad y complejidad del Bioma Amazónico es parte de los procesos ecológicos de nueve tipos de unidades de cobertura forestal y extensas áreas de contacto (zonas de transición) entre sí, con diferentes hábitats y variaciones en la composición e interacción de especies, estructura de las comunidades naturales y patrones de ciclo de nutrientes. Debido a su gran extensión en bosques continuos, la Amazonía es muy importante para la estabilidad del clima regional. Ella impulsa grandes cantidades de vapor de agua originadas en el Océano Atlántico y las transporta a lo largo de América del Sur, lo que asegura la regulación del régimen de lluvias en lugares como Argentina, Paraguay y el centro-sur de Brasil. Se estima que la evaporación y la transpiración de la vegetación amazónica, compuesta por árboles de hasta 50 metros de altura, liberan aproximadamente siete trillones de toneladas de agua al año en la atmósfera32. Actualmente se sabe también que las poblaciones amazónicas tuvieron un papel muy importante en la formación de paisajes y de patrones en los actuales paisajes, con influencia en la abundancia, riqueza y distribución de especies, alteración de los nutrientes del suelo, además de otras estructuras para el manejo del agua y de la pesca y redes de transporte y comunicación, entre otros.

Según el MMA, en el Bioma se estima que crecen 2.500 especies de árboles (un tercio de toda la madera tropical del mundo) y 30 mil especies de plantas (de las 100 mil de América del Sur). Sin embargo, el grado de conocimiento sobre los grupos taxonómicos todavía se considera insatisfactorio.

Las estimaciones sitúan a la región como la mayor reserva de madera tropical del mundo. Sus recursos naturales - que, además de la madera, incluyen enormes existencias de caucho, castaña, pescado y minerales, entre otras - representan una abundante fuente de riqueza natural. La región alberga también gran riqueza cultural, incluyendo el conocimiento tradicional sobre los usos y la forma de explotar esos recursos naturales sin agotarlos ni destruir el hábitat natural. Toda esa grandeza, sin embargo, no esconde la fragilidad del ecosistema local. El bosque vive a partir de su propio material orgánico y su delicado equilibrio es extremadamente sensible a cualquier interferencia. Los daños causados por la acción antrópica son a menudo irreversibles. Además, la riqueza natural de la Amazonía se contrapone dramáticamente a los bajos índices socioeconómicos de la región, de baja densidad demográfica y creciente urbanización. De esta forma, el uso de los recursos forestales es estratégico para el desarrollo de la región.

Las diversas Amazonías

La cuenca amazónica – La cuenca hidrográfica del río Amazonas está constituida por los ríos formadores y afluentes del río Amazonas - el mayor río del mundo - y toda su superficie de drenaje, siendo la más extensa red hidrográfica de la tierra, ocupando un área total de más de 6 millones de km², desde sus nacientes en los Andes Peruanos hasta su desembocadura en el océano Atlántico. Esta cuenca continental se extiende por varios países de América del Sur: Brasil (63%), Perú (17%), Bolivia (11%), Colombia (5,8%), Ecuador (2,2%), Venezuela (0,7%) y Guyana (0,2%), siendo que la contribución media en volumen de agua de la cuenca en territorio brasileño representa alrededor del 73% del total del País. La Cuenca Hidrográfica del río Amazonas corresponde a casi el 40% de América del Sur y el 5% de la superficie terrestre, siendo el mayor compartimiento de agua dulce superficial del planeta, con cerca del 15% del total disponible de ese recurso.34.

La Región Hidrográfica Amazónica - Unidad de gestión para la implementación de la Política Nacional de Recursos Hídricos y del Sistema Nacional de Gestión de Recursos Hídricos, es un territorio brasileño artificial creado35 en consideración a la necesidad de establecer una base organizacional que comprenda cuencas hidrográficas. Esta región está constituida por la porción brasileña de la cuenca hidrográfica del río Amazonas y por las cuencas hidrográficas de los ríos situados en la Isla de Marajó y en el Estado de Amapá, totalizando un total de 3.870.000 km.

Amazonia Legal - La unidad administrativa conocida por la Amazonia Legal Brasileña comprende los estados de Acre, Amapá, Amazonas, Pará, Rondônia, Roraima, Tocantins, Mato Grosso y parte de Maranhão, habiendo sido establecida inicialmente por la Ley Federal nº 5.173 (Art. 2)36, con modificaciones posteriores. El estado de Mato Grosso vino a integrar este territorio en el acto de su creación, con el Art. 45 de la Ley Federal Complementaria nº 3137 así como el estado de Tocantins, creado a través de las Disposiciones Transitorias de la Constitución Federal (Art. 13)38, en octubre de 1988. Anteriormente el límite de la Amazonía Legal en esta dirección era el paralelo 13ºS, aproximadamente por donde fue dividido el estado de Goiás y creado el de Tocantins. Su creación y diferenciación administrativa está relacionado al proceso de desarrollo, ocupación y de integración de esa región a las redes y flujos que orientaban la política desarrollista de la época, principalmente a través de la concesión de incentivos fiscales industriales y políticas de asentamiento rural.

Compuesta por un área de más de 5 millones de kilómetros cuadrados (dos tercios de Brasil), la Amazonia Legal engloba todo el bioma Amazónico, el 37% del Cerrado y el 40% del Pantanal39, y es caracterizada por un mosaico de ecosistemas con significativas diferencias tanto en términos de estructura e interacciones de comunidades y poblaciones naturales, como en la presencia y abundancia de especies de la flora, fauna, hongos y microbiota. Representando el 59% del territorio brasileño y 775 municipios, la Amazonia Legal congrega aproximadamente 24,7 millones de habitantes40, entre los cuales más de 433 mil indígenas41 y diversas comunidades extractivas tradicionales como caucheros, castañeros, pescadores artesanales y quebradoras de coco de palma de babaçu, entre otras.

Viven allí también más de 350 comunidades remanentes de quilombos32. Al lado de las poblaciones originales indígenas, caracterizadas por una íntima y específica relación con el ambiente, y de las comunidades tradicionales que llegaron a ese territorio en diferentes épocas y movidas por diferentes necesidades, súmanse hoy poblaciones que más recientemente pasaron a ocupar la región, con variadas formas de producción, desde pequeños productores rurales hasta grandes empresas del agronegocio.

Vea algunos datos sobre UCs de ese bioma en nuestro panel de datos.

Caatinga

Hoje, a Serra está menos áspera e impenetrável do que no tempo do meu bisavô Dom João Ferreira-Quaderna. Ainda assim, permanece de acesso difícil e penoso. É coberta de espinheiros entrançados de unhas-de-gato, malícia, favela, alastrados, urtigas, mororós e marmeleiros. Catolezeiros e cactos espinhosos completam a vegetação, e conta-se que o sangue que embebeu a terra e as pedras, durante o reinado dos Quadernas, foi tanto que, na Sexta-Feira da Paixão de cada ano, os catolezeiros começam a gemer, as pedras a refulgir no castanho e nas incrustações de prata ou malacacheta, e as coroas-de-frade começam a minar sangue, vermelho e vivo como se tivesse sido há pouco derramado. - Ariano Suassuna.42

El bioma Caatinga es exclusivo de Brasil y patrimonio biológico único en el planeta, localizado en la región del semiárido (comprendida por el agreste y el sertão) y que abarca casi todo el Nordeste (excepto la zona costera y oeste de Maranhão, Piauí y Bahía) y algunas áreas del norte del estado de Minas Gerais. Son aproximadamente 84 millones de hectáreas de superficie (844.453 de km²) que representan el 11% del territorio nacional.43

El nombre "caatinga" es de origen tupi-guaraní y designa un bosque blanquecino, característica esta que es nítida durante el período de las sequías, cuando la vegetación pierde las hojas y los troncos y ramas se vuelven blancuzcos44. Muchas son las particularidades de sus comunidades biológicas, debido a la variación de los tipos de ambientes y microclimas, así como a las diferentes estrategias de supervivencia desarrolladas por las especies de plantas, durante los largos períodos de sequía. Entre las estrategias está la caída de los follajes, como forma de evitar la pérdida de agua, las cuales rápidamente son renovadas con presencia de lluvias.

El clima de Caatinga presenta características extremas, desde la más alta temperatura media anual a los más bajos índices de humedad y pluviosidad. Las lluvias se restringen a pocos meses durante el año, ocurriendo episodios críticos de escasez de lluvias durante sucesivos años. En la región del agreste, entre la Sierra del Mar y el interior más seco, las lluvias son más abundantes. La diversidad climática y edáfica propicia la diversidad de fisonomías, como los bosques altos y secos y comunidades vegetales arbustivas y herbáceas, cactáceas y bromeliáceas y muchos endemismos de plantas y animales. Un ejemplo es el arara-azul-de-lear (Anodorhynchus leari), una de las especies más amenazadas de extinción, que es endémica en la Caatinga.45

Hasta el año 2017, más del 60% de la población nordestina vivía en la Caatinga (27 millones de habitantes, cerca del 18% del total de la población de Brasil), aunque ella está entre las regiones con los índices más bajos de desarrollo humano del país43 y 44. La biodiversidad de la Caatinga promueve diversas actividades económicas agro pastorales, así como de industrias químicas, farmacéuticas, de alimentos y cosméticos. Un ejemplo es la carnaubeira (Copernicia prunifera), una palmera nativa ampliamente explotada (hojas, el tallo, la fibra, el fruto y las raíces) para la fabricación de productos artesanales e industriales, como la cera de carnauba utilizada para la conservación de productos alimenticios, el revestimiento de pisos y la protección de vehículos automotores.

A pesar de esa importancia, la Caatinga es un bioma poco estudiado en el medio académico y es también el más amenazado. Se estima que la caatinga pierde por año un área de vegetación nativa equivalente a dos veces la ciudad de São Paulo43 y 44. En los últimos años, la deforestación ha crecido de modo tan acelerado, principalmente debido al corte de madera de forma ilegal, que ha tenido como resultado la reducción de la mitad de ese bioma.

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Conozca más sobre las poblaciones tradicionales de la Caatinga y del Cerrado - http://www.cerratinga.org.br/populacoes/

Cerrado

Eu sou a dureza desses morros
revestidos,
enflorados,
lascados a machado,
lanhados, lacerados.
Queimados pelo fogo
Pastados
Calcinados
e renascidos -
Cora Coralina46

El Cerrado es el segundo mayor bioma de Brasil y ocupa 2.036.448 km², o 204 millones de hectáreas (22% del territorio nacional), extendiendo su dominio en los estados de Goiás, Tocantins, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Bahia, Maranhão, Piauí, Rondônia, Paraná, São Paulo y Distrito Federal, además de partes de Amapá, Roraima y Amazonas. Gran parte de ese bioma está situado en la Meseta Central Brasileña, lugar de origen de las grandes cuencas hidrográficas brasileñas y del continente sudamericano, además de ser un divisor de aguas en el país47. Muchos ríos que corren hacia las cuencas Araguaia-Tocantins, Paraná, San Francisco y hasta el Amazonas, nacen en el Cerrado, lo que explica la existencia de innumerables nacientes, lagos y ríos de diversas órdenes. Debido a este papel, la conservación del Cerrado es fundamental para garantizar el agua para muchas regiones del país y, por eso, es reconocido como la "cuna de las aguas brasileñas"48.

Así como los demás biomas, el Cerrado "no es un bioma único, sino un complejo de biomas, formado por un mosaico de comunidades pertenecientes a un gradiente de formaciones ecológicamente relacionadas, que va de campo limpio a cerradón".49

Estas características le "confieren una estructura y una funcionalidad peculiares (...) e incluye otro elemento de importancia en la determinación de ciertos ambientes terrestres"48, como es la ocurrencia y recurrencia natural del fuego. Esta característica fue demostrada a través de varios estudios que atestiguan la presencia del fuego hace millones de años como un factor determinante en las características físicas del Cerrado.

Todos estos aspectos contribuyen a la gran riqueza y alta diversidad biológica y endemismo, que elevaron el Cerrado a la categoría de hotspots mundial. Allí están más de 11 mil especies de plantas nativas registradas, además de ser refugio del 13% de tipos de mariposas, 35% de abejas y 23% de las termitas de las áreas tropicales. Esta diversidad es favorecida por la alta productividad del Cerrado, debido al clima tropical, fuertemente marcado por estaciones bien definidas de sequía (abril-mayo a septiembre-octubre) y lluvias (septiembre-octubre a marzo-abril, verano). La temperatura mínima llega a 10º C en invierno, o incluso menos, y hasta 40º C en el verano, pero en general es predominantemente alta a lo largo del año.47,48,49 y 50

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lternativas de manejo del Cerrado ya son practicadas, dada la diversidad de frutos nativos ampliamente consumidos y comercializados nos centros urbanos como el pequi (Caryocar brasiliense), el buriti(Mauritia flexuosa),la mangaba (Hancornia speciosa), la cagaita (Eugenia dysenterica), el bacupari (Salacia crassifolia), el cajuzinho do cerrado (Anacardium humile), el araticum (Annona crassifolia) y las semillas del barú (Dipteryx alata).

""El baru es un fruto típico del Cerrado brasileño. La castaña tiene cerca de 23% de proteína y es un alimento de alto valor nutricional. En recetas y confites la castaña de baru puede sustituir el maní, la castaña de cajú o cualquier otra castaña. Tostada y salada, puede ser consumida separadamente como aperitivo. Es también utilizada en diversas recetas, dulces o saladas, como tortas, panes, pé de moleque, cookies, brigadeiro, barra de cereales, granolas y pasta de maní”51.

La intensiva deforestación y la extracción predatoria del Cerrado han llevado a la desaparición y pérdida de especies como el barú, cuya madera es reconocida por su resistencia y calidad, con propiedades fungicidas51. La almendra en el interior de su fruto, protegida por una dura cáscara, posee sabor similar al del cacahuete; de alto valor nutricional, es apreciado y comercializado mundialmente.

A lo largo de los miles de años, el Cerrado fue manejado por las diferentes poblaciones humanas indígenas y, también, por los quilombolas, geraizeiros (pobladores del Cerrado), ribereños, babaçueiras, vazanteiros (o "barranqueros", familias que habitan las islas y barrancos de ríos como San Francisco, Tocantins y Araguaia, cuya agricultura está asociada a los ciclos de inundación, llena, aguas bajas y seca51 y 52. ​​Los conocimientos sobre los frutos, maderas e innumerables hierbas que esas poblaciones detentan constituyen, junto al bioma, una marca importante en términos de patrimonio histórico y cultural del país. Según el MMA50, más de 220 especies del Cerrado tienen uso medicinal y más 416 pueden ser usadas en la recuperación de suelos degradados, como barreras contra el viento, protección contra la erosión, o para crear hábitat de predadores naturales de plagas.

Geraizeiros

"En las márgenes del Río São Francisco, donde las aguas cortan el norte de Minas Gerais, y en el área de transición entre el Cerrado y la Caatinga, en el oeste de Bahía, habitan los geraizeiros, reconocidos como agricultores de las mesetas, laderas y valles del Cerrado. La denominación de estas poblaciones viene del término “Gerais”, que es sinónimo de Cerrado. Según sus habitantes históricos, antes no había referencia al Cerrado, sólo a los Gerais, de ahí el nombre geraizeiros".51

Mata Atlântica

Passaredo

Ei, pintassilgo
Oi, pintarroxo
Melro, uirapuru
Ai, chega-e-vira
Engole-vento
Saíra, inhambu
Foge, asa-branca
Vai, patativa
Tordo, tuju, tuim
Xô, tié-sangue
Xô, tié-fogo
Xô, rouxinol, sem-fim
Some, coleiro
Anda, trigueiro
Te esconde, colibri
Voa, macuco
Voa, viúva
Utiariti
Bico calado
Toma cuidado
Que o homem vem aí
O homem vem aí
O homem vem aí
- Chico Buarque/FH53

El bioma Mata Atlántica fue el primero y el más intensamente explotado desde el período colonial. Originalmente, la Mata Atlántica cubría una franja a lo largo de la costa brasileña, en 17 estados brasileños desde Rio Grande do Norte hasta Rio Grande do Sul, con aproximadamente 1.300.000 km²54; en el Sudeste, ese bioma se expandía por 300-400 km hacia el interior, debido a las condiciones climáticas y al relieve fuertemente marcado por las escarpadas montañosas que acompañan a la Sierra del Mar, constituyendo nuevas fisonomías desde la llanura costera hasta los bosques estacionales de la meseta55 y 56. Con el uso del fuego para abrir los primeros pastizales, dar lugar a la agricultura itinerante y la cultura del café, poco a poco los colonos europeos ganaron sus tierras derribando el bosque y, hasta hoy, sus remanentes forestales continúan siendo drásticamente reducidos. En el período entre 2015-2016, por ejemplo, hubo un aumento mayor de la deforestación de ese bioma, en diferentes estados como Bahía, Minas Gerais, en este último con la conversión de bosque para obtención de carbón y plantíos de eucalipto.55 y 57

La Mata Atlántica representa un mosaico de ecosistemas caracterizados por el Bosque Umbrófilo Denso, Bosque Umbrófilo Abierta y Bosque Umbrófilo Mixto; por el Bosque Estacional Decidual y Semidecidual, y otros ecosistemas asociados como manglares, restingas, campos de altitud, lodazales del interior e islas oceánicas. A pesar de representar el 0,8% de la superficie terrestre del planeta y hallarse incluso fuertemente impactada, se estima que en la Mata Atlántica sobreviven todavía cerca de 20.000 especies vegetales (cerca del 35% de las especies existentes en Brasil) y 2 mil especies de animales vertebrados, sin contar los insectos y otros invertebrados55. Debido a estos aspectos, este bioma es considerado mundialmente como Reserva de la Biosfera por la UNESCO, además de Patrimonio Nacional, conforme a la Constitución Federal de Brasil. Está protegida por la Ley Federal nº 11.428 / 2006 que dispone sobre la utilización y protección de la vegetación nativa del Bioma Mata Atlántica, así como por el Decreto nº 6.660 / 2008 que la reglamenta. Conocida como Ley de la Mata Atlántica, dicha norma también regula la explotación sostenible de sus recursos definiendo diferentes parámetros para cada una de las etapas de remanentes de vegetación nativa - primario, secundario inicial, medio y avanzado de regeneración58.

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En esta región se concentra cerca del 72% de la población brasileña (aproximadamente 145 millones de habitantes) en 3.429 municipios, responsables por el 70% del Producto Interno Bruto Nacional55 y 57. Son varios los desafíos en la conservación de la Mata Atlántica y, al mismo tiempo, en la búsqueda de soluciones alternativas y económicas que reduzcan la presión sobre ese ecosistema. Entre ellos están el mantenimiento de la vegetación primaria, la preservación de las nacientes y de los manantiales - muy metidos en áreas densamente consolidadas que abastecen las ciudades - y el control de la extracción de sus recursos naturales amenazados de extinción, como orquídeas, helechos y el palmito juçara, (Euterpe edulis), así como la caza de animales silvestres. Además, entre los principales desafíos está el respeto a los modos de vida y al usufructo de los territorios tradicionales por parte de las diferentes poblaciones tradicionales - caiçaras, caipiras, azorianos, quilombolas o incluso los pescadores artesanales59 y 60, que se suman a la diversidad sociocultural indígena representada por grupos como: Guarani, Kaingang, Xocleng, Pataxó, Tupiniquim, Krenak e Terena (vea otros grupos aquí, en la página web PIB). Por medio de la resistencia en sus territorios, esos pueblos tradicionales contribuyen a la conservación de extensos fragmentos de mata, mantenimiento de servicios ecosistémicos, reservas de carbono y prácticas modelo de manejo sustentable, conciliando la preservación de las especies de la fauna y flora y el mantenimiento de sus costumbres, saberes y prácticas.

Pampa

Por onde o olhar se esparrama pelo horizonte lá está o pampa. Um imenso mar verde que tem suas beiradas no Rio da Prata e seu fim, se é que o tem, na Patagônia, bem mais ao sul. Ao se depararem com seu gigantismo solitário (...) , os argentinos chamaram-no de "deserto". - Voltaire Schilling* 61

Las Pampas o Campos Sulinos remiten nuestro recuerdo casi siempre a un paisaje dominado por relieve plano, bajo un clima frío y árido y al mismo tiempo cálido y húmedo, básicamente recubierto por gramíneas y árboles esparcidos. A pesar de que estos elementos forman parte, ninguno de ellos describe bien y ampliamente los paisajes y riquezas de ese bioma. En cierto modo, la falta de un consenso alrededor de los diversos nombres que le son atribuidos por igual – tales como Campos del Sur, Campaña Gaucha, Pampas Gaucho, o simplemente Campos - o en torno al origen cultural e identidad del pueblo gaucho, refleja la importancia de las Pampas en los debates académicos y políticas públicas alrededor de su conservación. Al igual que los demás biomas, sus paisajes no pueden ser disociados de la historia económica y cultural62. Los primeros colonizadores europeos encontraron en esta región de América del Sur paisajes campestres, abiertos y muy apropiados para las actividades económicas que fueron desarrolladas posteriormente, como la ganadería62.

Los Pampas abarca parte de los territorios de Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina (unos 750 mil kilómetros cuadrados), donde viven 35 millones de habitantes. Representan el 2,0% del territorio brasileño (18 millones de hectáreas o 176.496 km²), siendo el segundo menor de los biomas en extensión. En la escala global, representan el 2,5% de las tierras cultivables63 y 66 del planeta. Son considerados ecosistemas naturales, en los que el predominio de gramíneas entremezcladas con las especies de porte arbóreo, subsistieron diferentes cambios climáticos, a lo largo del tiempo geológico, y también la influencia de la acción humana a través del uso del fuego.

Hace miles de años, el clima era más seco y frío, lo que posibilitó la formación de praderas y, hace apenas cuatro mil años, el clima más húmedo propició la expansión de araucarias y bosques a lo largo de los cursos de agua y sierras66. Las estaciones son bien definidas, las lluvias distribuidas a lo largo del año y las temperaturas medias varían entre 15ºC y 18ºC. Las Pampas representan un inmenso patrimonio natural, cultural y material asociados. Debido al suelo fértil y a la presencia de gramíneas, las Pampas sirvieron a la pecuaria extensiva durante más de trescientos años, cuando el ganado doméstico fue introducido por los jesuitas en las Misiones de Rio Grande do Sul, en el siglo XVII62. A partir de entonces, otras actividades económicas contribuyeron a la reducción de la biodiversidad, sobre todo en los últimos 20 años, en que, por ejemplo, Rio Grande do Sul que tenía cerca de 63% de cobertura de Pampas vio el bioma destruido en más del 40%63. La introducción de la agricultura a gran escala (soja y rizicultura), de especies exóticas, como la gramínea africana Eragrostis plana, y de leñosas como el Pinus sp y Eucalyptus sp, aceleraron en gran medida la fragmentación de las áreas remanentes66.

Las políticas actuales de conservación de las Pampas son todavía insuficientes. Las áreas remanentes corren el riesgo de ser aún más reducidas con la aprobación del proyecto de Ley Estadual de Rio Grande do Sul, n° 145 del 29 de noviembre de 2016, que amplía la plantación de cultivos de silvicultura64 y 66.

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Hay excelentes iniciativas dirigidas a la conservación de la Pampa, como es el caso del encaminamiento de una propuesta de enmienda parlamentaria hecha por ambientalistas gauchos a fin de incluir los Campos Sulinos en la lista de biomas considerados patrimonio nacional, en el párrafo 4º del artículo 225 de la Constitución Federal65. Hay también proyectos de recuperación de las áreas degradadas por la erosión, en áreas agro pastoriles, así como medidas para la creación de corredores ecológicos, integrando la conservación y el desarrollo de la región. Otros usos alternativos en expansión son el cultivo de la nogera pecana (Carya illinoensis) y del olivo (Olea europaea L.), que poseen un gran potencial económico67. La Pampa es fuente de variabilidad genética para diversas especies que están en la base de nuestra cadena alimentaria. Las instituciones y centros de investigación en Rio Grande do Sul también se han dedicado al rescate de variedades de semillas criollas de maíz, arroz y frijoles, producidas en sistemas agrícolas familiares desde hace cientos de generaciones. En ese rescate, los investigadores han buscado información sobre las características morfológicas, la historia de la variedad, su resistencia a las enfermedades, la aptitud al clima, entre otros aspectos. Estas semillas criollas se multiplican y se distribuyen entre los agricultores familiares, como es el caso del maíz blanco azoriano68.

Pantanal

O rio que fazia uma volta atrás de nossa casa era a imagem de
um vidro mole que fazia uma volta atrás de casa.
Passou um homem depois e disse: Essa volta que o rio faz por
trás de sua casa se chama enseada.
Não era mais a imagem de uma cobra de vidro que fazia uma
volta atrás de casa.
Era uma enseada.
Acho que o nome empobreceu a imagem.
- Manoel de Barros (1916-2014)69

El bioma Pantanal, con área de extensión de aproximadamente 250.000 km², se sitúa entre el sur de Mato Grosso y noroeste de Mato Grosso do Sul en Brasil, y norte de Paraguay y este de Bolivia, donde es conocido como Chaco. Se trata de la mayor planicie inundable del mundo, si bien entre los biomas de Brasil tiene la menor extensión territorial: cerca de 150 mil km² (1,8% del territorio nacional). A pesar de que el paisaje es identificado por sus características "sabanas", el Pantanal es una importante conexión natural entre las cuencas hidrográficas del Plata y Amazónica, fuertemente influenciado por éste y por los biomas del Cerrado y de la Mata Atlántica.

Así, el Pantanal comparte especies comunes a cada uno de esos biomas70,71,72 y 73 y es reducto de diversas especies amenazadas de extinción, entre éstas que ahí están en condiciones de vida favorables se encuentran el ave símbolo del Pantanal, el tuiuiú73. Más de dos mil especies de plantas ya fueron identificadas en este bioma, además de su inmenso potencial para la industria de fármacos73. El Pantanal es reconocido como Patrimonio Nacional por la Constitución Federal brasileña, Reserva de la Biosfera y Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Comprende además tres Sitios Ramsar (Áreas Húmedas de Importancia Internacional): el Parque Nacional del Pantanal Mato-grossense, la Reserva Particular del Patrimonio Natural SESC Pantanal y la Reserva Particular del Patrimonio Natural Hacienda Rio Negro73.

Sus ríos nacen en las mesetas, de donde atraviesan grandes extensiones, serpenteando a lo largo de los lechos hacia las tierras bajas72. Uno de los más importantes es el río Cuiabá, conocido históricamente por su importancia económica para la capital del mismo nombre, en el estado de Mato Grosso. Sirvió como vía de transporte y salida de la producción, entre los siglos XVIII hasta mediados del siglo XX. A lo largo de él viven muchas familias ribereñas. Al navegarlo, uno de los paisajes avistados es la Sierra del Amolar, próxima a la frontera con Bolivia, entre los municipios de Cáceres (MT) y Corumbá (MS).

En el Pantanal, los diferentes ecosistemas, así como las actividades productivas de sus habitantes se definen por la dinámica de las inundaciones y, bajo la influencia del clima fuertemente estacional, el ciclo de inundaciones y mudanzas cambia radicalmente el paisaje de ese bioma. Esta área de depresión estacionalmente inundada representa el 50% de la cuenca hidrográfica del Alto Paraguay, que abastece a una población estimada en más de un millón de habitantes en Brasil, y una significativa parte de los habitantes en Bolivia y Paraguay71 y 72. El uso y manejo de la llanura consiste en actividades de ganadería, pesca, turismo y, en menor medida, agricultura. En la meseta, donde están sus nacientes, la agricultura de granos y la ganadería predominan, ocasionando también un gran impacto sobre los ambientes pantaneros, así como sobre la sedimentación y contaminación de los ríos, agravados por el uso de biocidas a gran escala71.

La diversidad cultural constituye otra de las riquezas del Pantanal, presente en las comunidades tradicionales, como entre los indios Guató, los quilombolas, los colectores de cebos, los ribereños y pescadores artesanales, además de los pecuaristas, conocidos por el ritmo característico de sus travesías con los rebaños, en medio a la llanura inundada73. Esa diversidad cultural influenció en mucho la formación de la cultura pantanera.

Vea algunos datos sobre UCs de ese bioma en nuestro panel de datos

Mucho se ha discutido entre científicos y técnicos de organismos públicos sobre las actividades económicas alternativas, que puedan beneficiarse de las riquezas naturales del Pantanal y propiciar generación de ingresos a las comunidades rurales de agricultura familiar. Una de estas alternativas fue el desarrollo de la apicultura, que puede ocurrir a gran escala debido a la existencia de áreas naturales, o con baja perturbación de los ambientes.

Agrobiodiversidad

Autora: Juliana Santilli (Sócia-fundadora do ISA) (2010)

¿Qué es agrobiodiversidad?

El concepto de agrobiodiversidad refleja las dinámicas y las complejas relaciones entre las sociedades humanas, las plantas cultivadas y los ambientes en que conviven, repercutiendo sobre las políticas de conservación de los ecosistemas cultivados, de promoción de la seguridad alimentaria y nutricional de las poblaciones humanas, de inclusión social y de desarrollo local sustentable.

La biodiversidad o diversidad biológica – la diversidad de las formas de vida – abarca tres niveles de variabilidad: la diversidad de especies, la diversidad genética (la variabilidad dentro del conjunto de individuos de la misma especie) y la diversidad ecológica, que se refiere a los diferentes ecosistemas y paisajes. Eso mismo ocurre también en relación a la agrobiodiversidad, que incluye la diversidad de especies (por ejemplo, especies diferentes de plantas cultivadas, como el maíz, el arroz, la calabaza, el tomate, etc.), la diversidad genética (por ejemplo, variedades diferentes de maíz, frijoles, etc.) y la diversidad de ecosistemas agrícolas o cultivados (por ejemplo, los sistemas agrícolas tradicionales de quema y descanso, también llamados de coivara o itinerantes, los sistemas agroforestales, los cultivos en terrazas o en terrenos inundados, etc.). Los agroecosistemas son áreas de paisaje natural transformadas por el hombre con el fin de producir alimento, fibras u otras materias primas74. Una de las características de los agroecosistemas es el predominio de las especies de interés humano y una organización espacial que estructura y facilita el trabajo de producción, según Katia Marzall75.

La agrobiodiversidad, o diversidad agrícola, constituye una parte importante de la diversidad y engloba todos los elementos que interactúan en la producción agrícola: los espacios cultivados o utilizados para la creación de animales domésticos, las especies directa o indirectamente manipuladas, como las cultivadas y sus parientes silvestres, las hierbas dañinas, las parásitas, las pestes, los polinizadores, los depredadores, los simbiontes76 (organismos que hacen parte de una simbiosis, o sea, que viven con otros), etc., y la diversidad genética a ellos asociada (también llamada diversidad intraespecífica, es decir, dentro de una misma especie). La diversidad de especies es llamada diversidad interespecífica.

La Convención sobre Diversidad Biológica no contiene ninguna definición de agrobiodiversidad, pero, según la Decisión V/5, la agrobiodiversidad es un término amplio que incluye todos los componentes de la biodiversidad que tienen relevancia para la agricultura y la alimentación, y todos los componentes de la biodiversidad que constituyen los agroecosistemas: la variedad y la variabilidad de animales, plantas y microorganismos, en los niveles genético, de especies y de ecosistemas, necesarios para sustentar las funciones claves de los agroecosistemas, sus estructuras y procesos. Por tanto, los componentes de la biodiversidad agrícola incluyen: la diversidad vegetal, domesticada y silvestre (algunos autores excluyen las plantas y animales salvajes de la definición de agrobiodiversidad por considerar que, aun cuando sean importantes para los agricultores, no hacen parte de los sistemas agrícolas77); la diversidad de animales domésticos (de las cerca de 50.000 especies de mamíferos y aves conocidos, aproximadamente cuarenta fueron domesticadas, y de esas especies los agricultores desarrollaron cerca de 5.000 razas adaptadas a la condiciones ambientales locales y a necesidades específicas); la diversidad de la fauna acuática (los peces y las otras especies acuáticas son parte integrante de muchos sistemas agrícolas importantes); la diversidad subterránea (las raíces llevan los nutrientes y el agua a las plantas y estabilizan el suelo); la diversidad microbiana (los microorganismos reciclan y ponen a disposición muchos nutrientes necesarios para las plantas, entre otras funciones); la diversidad de insectos (como abejas y otros polinizadores), arañas y otros artrópodos (saltamontes, ciempiés, etc.) que actúan muchas veces como enemigos naturales de seres nocivos a las plantas; la diversidad de ecosistemas78. En este texto nos concentraremos sobre todo en la diversidad de plantas cultivadas y de los agroecosistemas, antes que en la diversidad de los animales domésticos y de otros componentes de la biodiversidad agrícola.

Aun cuando los términos “agrobiodiversidad” y “agrodiversidad” sean usados con frecuencia como sinónimos, hay autores79 que sustentan que agrobiodiversidad y agrodiversidad tienen significados diferentes. “Agrobiodiversidad”, un término más antiguo y común, sería usado para definir la diversidad biológica existente en ecosistemas cultivados. “Agrodiversidad” sería una expresión más abarcadora, empleada para referirse “a las múltiples formas por las cuales los agricultores usan la diversidad natural del ambiente para la producción agrícola, incluyendo no solamente la selección de especies y variedades de plantas para el cultivo, sino también el manejo de las tierras, aguas, y de la biota como un todo”80.

Otra definición de “agrobiodiversidad” sería “la variedad resultante de la interacción entre los factores que determinan los agroecosistemas: los recursos genéticos de plantas, los ambientes bióticos y abióticos y las prácticas de manejo”81. Usaremos el término “agrobiodiversidad” por ser el más conocido.

La agrobiodiversidad es esencialmente un producto de la intervención del hombre en los ecosistemas: de su capacidad de invención y creatividad en la interacción con el ambiente natural. Los procesos naturales, los conocimientos, prácticas e innovaciones agrícolas, desarrollados y compartidos por los agricultores, son un componente clave de la agrobiodiversidad. Las prácticas de manejo, cultivo y selección de especies, desarrolladas por los agricultores desde hace 10 mil a 12 mil años, fueron responsables, en gran parte, por la enorme diversidad de plantas cultivadas y de agroecosistemas y, por tanto, no se puede tratar a la agrobiodiversidad disociada de los contextos, procesos y prácticas culturales y socioeconómicas que la determinan y condicionan. Por eso, además de la diversidad biológica, genética y ecológica, hay autores que agregan un cuarto nivel de variabilidad: el de los sistemas socioeconómicos y culturales que generan y construyen la diversidad agrícola.

Para Harold Brookfield, la diversidad agrícola incluye la diversidad de los sistemas de propiedad de las tierras utilizadas para la agricultura, las diferencias entre los agricultores en relación al acceso a la tierra, la distribución espacial y el tamaño de las propiedades rurales, las divisiones de trabajo en función de la edad y género, así como la cooperación en el trabajo, la dependencia de los agricultores de trabajos externos a las propiedades rurales, entre otras. Brookfield destaca que ningún sistema agrícola puede ser entendido sin la consideración de las formas en que las propiedades rurales se organizan y en que las fuerzas (sociales, económicas y políticas) interactúan para influir y modelar tal organización. Él destaca la importancia crucial del dinamismo de la agrobiodiversidad, “una colcha de retazos en constante transformación, creada por las relaciones entre las personas, las plantas y el ambiente, que están siempre lidiando con nuevos problemas y en busca de nuevos caminos”. Siempre según Brookfield, el “dinamismo adaptativo” de la agrobiodiversidad es la característica más importante para su sobrevivencia y para la recuperación de lo que ya fue perdido. Al final, los agricultores tienen la capacidad de adaptarse tanto a la adversidad cuanto a la oportunidad, y los procesos de aprendizaje y experimentación son constantemente renovados82.

La diversidad resulta tanto de factores naturales cuanto culturales. Así, hay sociedades que adaptan variedades de arroz al cultivo acuático, sumergido en agua, en regiones húmedas, y hay otras que adaptan variedades de arroz al cultivo en regiones secas. Las diferentes variedades de maíz pueden ser usadas para comer directamente de la espiga, para alimentar a los animales, para hacer popcorn y harina o para la fermentación de la cerveza. Otras son también usadas con fines ornamentales (principalmente aquellas con pigmentos coloridos), medicinales o religiosos. El agrónomo Jack Harlan cuenta que observaba a un agricultor etíope seleccionar (para el cultivo del año siguiente) las semillas de las variedades de sorgo de espigas torcidas. Al preguntarle la razón de aquel procedimiento, el agricultor etíope respondió simplemente: “porque esas son más fáciles de colgar del tejado”83.

Otros agricultores seleccionaban variedades de sorgo con sabor dulzón para mascar. Otras variedades de sorgo eran separadas para hacer pan y cerveza, y las variedades con fibras más resistentes para hacer cestos y usar en construcciones. Una misma especie puede ser usada con fines alimenticios o como medicamento, y las diferentes partes de una planta pueden también tener utilidades diferentes. Las plantas tienen además usos rituales y en ceremonias religiosas, y muchos nombres pueden ser dados a variedades de una misma especie. La diversidad agrícola también puede expresarse tanto en características perceptibles por el ojo humano, como variaciones de color, forma, altura, tamaño y forma de las hojas, cuanto según variaciones genéticas, como resistencia a secas, pestes y enfermedades, alto tenor nutritivo, etc., así que la pérdida es difícil de ser evaluada con exactitud. Y la extinción de los saberes, prácticas y conocimientos agrícolas es aún más difícil de ser estimada.

Aun cuando no se puede precisar la dimensión de la pérdida, es evidente que la diversidad agrícola está amenazada, y ella constituye la base de la sobrevivencia de las poblaciones rurales, especialmente de aquellas de baja renta. El Informe sobre el Estado de los Recursos Genéticos de Plantas del Mundo, presentado durante la 4ta. Conferencia Técnica Internacional sobre Recursos Fitogenéticos, realizada en Leipzig, Alemania, del 17 al 23 de junio de 1996, fue una alerta importante para la grave erosión genética y cultural provocada por los sistemas agrícolas modernos. El informe fue la primera evaluación global y sistemática del estado de conservación y uso de los recursos fitogenéticos existentes en el planeta. Según el informe84, en los últimos 100 años, los agricultores perdieron entre el 90 y el 95% de sus variedades agrícolas. Consta además en el informe que:

  1. En Corea del Sur, solamente un cuarto de las catorce variedades vegetales nativas cultivadas en jardines y huertas en 1985 continuaban existiendo en 1993. Apenas 20% de las variedades de maíz cultivadas en México alrededor de 1930, siguen existiendo hoy en día.
  2. En Estados Unidos de Norteamérica, 95% de las variedades de repollo, 94% de las variedades de arvejas y 81% de las variedades de tomate dejaron de existir en el último siglo. De las 7.098 variedades de manzana existentes entre 1804 y 1904, el 86% de ellas ya no existen.
  3. En China, de las 10 mil variedades de trigo utilizadas en 1949 solamente mil eran utilizadas en la década de 1920. Hasta 1970, cerca de 5 mil variedades de arroz eran cultivadas en India, de las cuales apenas 500 continúan existiendo, y entre diez y quince variedades ocupan la mayor parte del territorio cultivado indiano.

La pérdida de la biodiversidad agrícola es causada sobre todo por la substitución de las variedades locales y tradicionales, caracterizadas por su amplia variabilidad genética, por variedades “modernas”, de alto rendimiento y estrecha base genética. Según el referido informe, esa es la principal causa de erosión genética (citado en 81% de los informes presentados por los países). Desaparecieron tanto especies como las variedades cultivadas de esas especies, y no sólo las especies domesticadas por el hombre como también sus parientes silvestres están desapareciendo, por efecto de la rápida devastación de los ecosistemas naturales.

En algunos casos, la desaparición de una variedad puede no llevar necesariamente a la pérdida de la diversidad genética, ya que los genes afectados pueden existir también en otras variedades, pero las variedades presentan, en sí, una combinación única de genes, con valor y utilidad también únicas. Se estima, incluso, que la pérdida de una planta puede causar la desaparición de cuarenta tipos de animales o insectos, que de ella dependen para sobrevivir, además de la pérdida de combinaciones genéticas y moléculas únicas en la naturaleza85.

La pérdida de la diversidad de razas de animales domésticos es también extremadamente preocupante, si consideramos sus innúmeras cualidades para los hombres: suministran alimentos (carnes, huevos, leche, quesos, etc.), vestimentas (algodón, lanas, pieles, etc.), transporte, etc. Los animales son, asimismo, usados en prácticas deportivas y como cobayos para experiencias científicas, en rituales religiosos, como alimento para otros animales (carnadas para pesca, por ejemplo), etc. Tal como ocurre con las plantas, el uso de los animales varía en cada cultura. En países como China, Vietnam y Corea, por ejemplo, la carne de perro es usada para la alimentación humana (existiendo incluso la creencia de que mejoraría el desempeño sexual). En China, hay cinco especies de tortugas que son criadas en haciendas y vendidas en mercados regionales para alimentación humana y usos medicinales. En Singapur, el escorpión negro frito es degustado como un sabroso bocadillo (las altas temperaturas en que es preparado neutralizan su veneno); la carne de canguro es servida incluso en pizzerías, en Australia, y las hormigas (principalmente la içá y la saúva (del género Atta), las larvas de la tacuara y las avispas hacen parte del menú de algunos pueblos indígenas amazónicos. En Argentina se come churrasco de testículos de toro; en Bolivia, la carne de llama es un plato típico; y es común encontrar, en restaurantes de Bolivia y de Colombia, el cuy asado.

Según el Informe sobre el Estado de los Recursos Genéticos Animales para Alimentación y Agricultura en el Mundo, cerca de 20% de las razas de vacas, cabras, puercos, caballos y aves existentes en el mundo están amenazados de extinción; asimismo, en los últimos seis años 62 razas de animales se extinguieron, lo que representa la pérdida de casi una raza al mes. Ese informe fue divulgado durante la 1a Conferencia Técnica Internacional sobre Recursos Genéticos Animales para Alimentación y Agricultura, realizada en Interlaken, Suiza, del 3 al 7 de diciembre del 200786.

Hay también estimaciones de que, a lo largo de este siglo, de las 3.831 razas de bovinos, búfalos, cabras, puercos, carneros, caballos y burros existentes, 16% se extinguirán y el 15% se tornará raro, siendo que 617 razas de animales domésticos ya desaparecieron desde 189287. Tanto la diversidad animal como la diversidad vegetal están, por tanto, amenazadas.

Bibliografía

Lea más

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  84. A elaboração do relatório envolveu 151 países, cerca de cinquenta organizações não governamentais, representantes do setor privado e especialistas. O relatório subsidiou a adoção da Declaração de Leipzig e do Plano Global de Ação para a Conservação e Utilização Sustentável dos Recursos Fitogenéticos para Alimentação e Agricultura. O Brasil concluiu a elaboração do 2º Relatório Nacional sobre a Situação dos Recursos Fitogenéticos para a Alimentação e Agricultura em dezembro de 2008 (CD distribuído pela Embrapa).
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